domingo, 17 de abril de 2016

¿BREVE HISTORIA DEL DOPING?

            El doping es un ejemplo de los numerosos intentos que a través de la historia, el hombre ha realizado para mejorar artificialmente su propia resistencia a la fatiga al participar en la guerra, en la caza y en el deporte, mezclando para ello frecuentemente la terapia con la magia y la brujería.

            La humanidad, incapaz de aceptar libremente sus limitaciones físicas y mentales, siempre ha buscado formas mágicas en un intento de superar con el mínimo esfuerzo sus posibilidades naturales.

            Sobre la práctica del doping hay muchos antecedentes históricos. Una de las primeras referencias la brinda un cuadro chino que muestra un emperador masticando una rama de Ephedra (droga).

            La mitología nórdica cuenta que sus legendarios Bersekers aumentaban su fuerza combativa mediante la bufotenina, extraída del hongo amanita muscaria. Cronistas de la Grecia clásica narran que los fondistas, saltadores y luchadores participantes de los Juegos Olímpicos recurrían a ingestiones de extractos de plantas, extirpaciones del bazo y otros medios para mejorar el rendimiento.

            La utilización de sustancias o de otros medios para mejorar la marca es tan antigua como el deporte de competición. Por ejemplo, se sabe que los atletas que participaban entre los siglo IV a VIII a. C. en las Olimpiadas de la antigua Grecia utilizaban dietas especiales y pociones estimulantes para fortificarse. Estos atletas griegos tenían unas ganancias económicas tan importantes (equivalentes a medio millón de euros actuales) que algunos de ellos buscaban medios ilegales para ganar a cualquier precio.

            En la era precolombina, los incas mascaban hojas de coca en sus ritos, trabajos y luchas.

            Más recientemente, la cafeína es usada desde 1805 en natación, atletismo y ciclismo, donde se registra el primer caso mortal, el ciclista galés Linton, que fallece en 1866 durante la carrera París-Burdeos por tomar estupefacientes.

            En 1928, la Federación Internacional de Atletismo fue el primer organismo que prohibió el uso de sustancias dopantes. La mayoría de las federaciones deportivas internacionales introdujeron los controles de dopaje en la década de 1970. Sin embargo, estos controles eran poco efectivos porque no detectaban la presencia de esteroides anabolizantes que estaban siendo utilizados por bastantes atletas desde los años 60.

            En las Olimpiadas de Roma 60 fallece el danés Knud Enemark por uso de anfetaminas; y en 1.967 durante el Tour de Francia fallece el inglés Tom Simpson de cansancio y deshidratación por una mezcla de anfetaminas y alcohol. Con estos dos trágicos sucesos se aceleró el proceso para evitar el consumo de drogas en los deportes.

            En la década de los 90's se cuestionó la tecnología con la que se detectaban las sustancias, ya que el avance en el mejoramiento de éstas sucedía con mayor rapidez, lo que dificultaba que se identificaran. Así fue como en 1999 se creó la Agencia Mundial Antidopaje (WADA por sus siglas en inglés), una fundación que promueve la lucha contra el dopaje.

Agencia Mundial Antidopaje (WADA por sus siglas en inglés)

            Sobre muchos atletas recae el peso de la duda. Lasse Viren, campeón olímpico en 5.000 y 10.000 metros en las olimpiadas de Munich (1.972) y Montreal (1.976) fue acusado de haber recibido transfusiones de su propia sangre, obtenida tras intensos entrenamientos en altura, antes de la competición. Más reciente y trágico es el caso de Florence Griffith, triple campeona olímpica en pruebas de velocidad, que falleció ataque al corazón mientras dormía, en septiembre de 1998. Su progresión resulta asombrosa; Griffith, que jamás dio positivo en los controles antidoping pasó de ser una buena atleta a convertirse en una velocista invencible, con un cuerpo extraordinariamente musculado.

Record de Florence Griffith de 10,49 segundo en los 100 metros Indianápolis 1.988  

        Su caso es muy similar al del canadiense Ben Johnson plusmarquista mundial y campeón olímpico en los Juegos de Seúl (1.988), que, sin embargo fue desposeído de su medalla olímpica y de su récord de los 100 metros, al demostrase había utilizado estanozolol, un esteroide anabolizante.

Record de Ben Johnson (Seúl 1.988) 


            El mundo del ciclismo, siempre bajo sospecha, ha vivido en los últimos años en continuo sobresalto. En el Tour de Francia de 1.998, todo un equipo, el Festina, hubo de abandonar la competición y fue investigado por la justicia. Su masajista fue sorprendido con 400 dosis de esteroides anabolizantes y hormonas del crecimiento. Un año después, el italiano Marco Pantani, campeón de Giro y Tour en 1.998, fue descalificado en esta última prueba al superar la tasa permitida de hematocrito, lo que podría significar el uso de EPO.

El Italiano Marco Pantani


No hay comentarios:

Publicar un comentario